Hola, gente. Este capítulo ha tardado mucho, pero ya está aquí… Ya nos falta uno. El último. Como dirían las mujeres detrás de mí: ¿ya podemos firmar nuestras obras con nuestros nombres?, ¿podemos elegir nuestro camino? El silencio del linaje se rompe, cuando doy un grito completo y dejo de barajar los conceptos dados. ¿Cómo llegué a esta conclusión? De querer tanta libertad para considerarme feminista, 11:26 a. m. del 17 de agosto del 2024, me encuentro sentada en medio de una sensación nada corruptible a lo que los demás sienten. Ustedes afirmarán: “Es obvio que Camila es feminista, pero no tiene ¿por qué?” Pues bien, a veces se me olvida que en algún punto fui totalmente diferente a lo que se esperaba. Somos lo que leemos, somos lo que escuchamos, somos lo que sentimos… eso definitivamente ya lo sabemos, pero aquí es donde encuentro un gran dolor que al darme cuenta de que al transformarme en una escritora, he perdido algunas cosas he ganado otras y aquí voy, es alg...
Las letras, la poesía y la vida misma.